Huo no fue a la guerra

Cuando lo veo con la videocámara al hombro como todo un profesional de la televisión, no dejo de pensar que podría ser una ametralladora, que en lugar del uniforme de la escuela, estaría en un camuflado arrastrándose entre las marañas y pedrejones de los Montes Cardamomos y que en lugar de afanarse en publicar sus producciones en Youtube, soñaría con cazar soldados tailandeses en la frontera para defender el Templo de Preah Vijía.

¿Qué armas conociste en el ejército? - le pregunto haber qué sabe y me dice que una ametralladora, pero no sabe el nombre ni el calibre ni nada. - No te creo que hayas sido soldado - lo reto. Ya no defiende la idea, pero me explica que la foto con el camuflado se la tomó el tío que sí es un soldado profesional en la provincia de Takeo. El asunto es que el tío es un solterón de ya casi 50 años que vivió desde joven metido en las selvas y que gana un salario de hambre. Entonces se le ocurrió hacer que su sobrino fuera técnicamente su hijo para cobrar el subsidio del Estado. - Excelente idea - concluyo con una sonrisa burlesca - así que te prestaste por fin a la corrupción administrativa y así quieres ser periodista.

Huo me mira y estalla en risas, pues hace poco habíamos tenido la clase de ética. Que la corrupción no es sólo de políticos, ricos y poderosos, sino que también puede meterse dentro de la cultura, la gente del común, los estudiantes del colegio a la universidad, la televisión y el mercado de la aldea. Esas eran las conclusiones a las que habíamos llegado, 20 muchachos y yo.

- Lo que pasó con esa foto es que nosotros somos muy pobres, incluido mi tío el militar, así que mi tío se puso de acuerdo con mi mamá - comienza a contarme - para que presentara los papeles para la pensión en donde yo aparezco como hijo suyo. En esas está él, haber si le dan esa pensión por hijo y entonces le da una parte a mi mamá, que somos muy pobres, usted sabe. Mi tío me quería llevar al ejército, porque ¿qué más resulta para un tipo como yo en Takeo? Nada. Cuando estaba enlistándome, me dijeron que en Don Bosco estaban escogiendo gente para estudiar un oficio.

Todo tenía más sentido. Es cierto que Takeo es quizá la provincia más pobre de Camboya y los jóvenes no tienen muchas oportunidades al terminar el bachillerato - si lo terminan. Les queda como único camino la emigración a Phnom Penh al norte o a Sihanoukville al sur.